El coste oculto de incorporar talento junior

En este artículo hablamos del coste oculto de incorporar talento junior y la alternativa que casi ninguna conoce

11/19/20252 min read

Incorporar talento joven siempre parece una buena idea: energía, actitud, ganas de aprender.
Pero si diriges una oficina inmobiliaria o una pyme, también sabes que
no es tan sencillo como fichar a alguien y esperar resultados.

Hay un coste evidente —salario, formación, tiempo — y otro que casi nunca se mide:
el desgaste de tener que acompañar a alguien que empieza desde cero sin un sistema claro

Por qué incorporar perfiles junior es más caro de lo que parece

Incorporar a alguien sin experiencia tiene un coste añadido que vemos semana tras semana:

  • Más tiempo de supervisión.

  • Más errores a corregir.

  • Más dedicación del equipo sénior.

  • Más curva de aprendizaje.

  • Más riesgo de rotación en los primeros meses.

Y cuando el sistema de acogida no está bien definido, ese coste se multiplica.

Lo dicen los gerentes siempre con la misma frase:

“Me gustaría incorporar a alguien joven… pero no puedo asumir el desgaste inicial.”

No es falta de voluntad.
Es falta de estructura.

La pregunta que muchos se hacen

“¿Cómo incorporo a alguien que empieza… sin asumir todo el peso yo solo?”

La realidad es que formar a un perfil junior exige recursos que muchas oficinas no pueden dedicar:

  • El perfil no avanza al ritmo esperado.

  • Se acumulan tareas pendientes.

  • El foco del equipo se dispersa.

  • Se pierde tiempo en correcciones.

  • Y al final, ese junior acaba marchándose.

Es lo que llamamos rotación silenciosa: desgaste para todos, sin resultados visibles.Lo que descubrimos buscando alternativas

Lo que descubrimos buscando alternativas

Durante los últimos meses hemos estado explorando nuevas opciones para ayudar a las oficinas a incorporar talento joven sin que toda la responsabilidad recaiga en el gerente o el equipo sénior.

En ese proceso encontramos un modelo bonificado que, aunque no es muy conocido, resuelve de manera directa ese cuello de botella: combinar trabajo real + formación oficial + acompañamiento estructurado.

No es una beca.
No es un curso aislado.
No es un voluntariado.

Es un sistema diseñado para que un perfil junior pueda empezar de forma progresiva, con apoyo externo y con una ruta formativa clara.
Un modelo que permite incorporar talento sin improvisar y sin cargar todo el proceso sobre la oficina desde el primer día.

Por qué estamos analizando este enfoque desde Alfa

En Alfa New Talent siempre hemos defendido que la clave para reducir la rotación no está en incorporar más, sino en incorporar mejor.

Explorar alternativas que faciliten la entrada de perfiles jóvenes no es una cuestión de moda; es una respuesta natural a un problema que vemos repetirse en muchas oficinas: la falta de estructura en los primeros meses de incorporación.

Nuestro objetivo en esta fase no es promover un modelo concreto, sino evaluar cómo puede contribuir a procesos más estables, más sostenibles y menos desgastantes para gerentes y equipos.

Queremos entender en qué casos funciona, en cuáles no, y cómo puede integrarse dentro de un sistema de selección y acompañamiento responsable.

Una reflexión final

Incorporar talento junior es una oportunidad, pero también un desafío.
Y como cualquier decisión estratégica, necesita contexto, método y claridad.

Si existen modelos que pueden ayudar a equilibrar la carga de formación, reducir el desgaste inicial y ofrecer una estructura más sólida a quienes empiezan, vale la pena analizarlos con calma y ver cómo encajan en la realidad de cada oficina.